tengo
miedo de decir las palabras certeras que me acucian,
de hallar
las verdades profanas que me despertarán del ensueño.
tengo
miedo de la melancolía que es ser humano de carne y hueso
y dejar
de pretender que hay un destino que le da sentido a mis pasos.
mi destino no era más que el de las cenizas
cuando yo jugaba a ser el aire de los dioses.
no acertaba a comprender que mi lugar estaba en la
tierra.
ni siquiera me fueron puestas un par de alas para el
engaño.
yo mismo tejí con sueños e ilusiones esas alas
y no logré planear sobre el aire que me fue dado.
el aire con que escuchaba las cuevas y el susurro
de los árboles
era el mismo aire que me empujaba contra el suelo,
voraz y sin cuidado.
y ahora que me comprendo entre los hombres de mi
carne,
y que tengo mis pies descalzos sobre el barro que
es mi sangre
tan solo me siguen siendo fieles esas alas
inasibles e invisibles.
ahora que me encuentro desnudo, sin brújula ni
estrellas,
solo entre los árboles que me rodean y ya sin
ilusiones,
cargo con mis alas llenas de tantos sueños del
pasado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario