3 de diciembre de 2011

Ya voy cediendo


Las palabras me van abandonando;
Ya no son las que eran antes.
Ahora me exigen, me reclaman, me piden cuentas.
Ya las palabras me saben a nada.

Quiero ser como era antes
Cuando no sabía ni hablar ni escribir.
Le voy a delegar la responsabilidad a mi sobrino:
Que él escriba por mí y yo vuelvo a los pañales.

Por mí bastaría con decir popó, popó
Bastaría con un par de sílabas inconclusas
Y que todos se me queden mirando.
Pero no, el mundo es cruel; y sobre todo las palabras

Quizá ellas vengan solas algún día
Vengan al papel y lo digan todo de repente.
Y entonces llegaré yo a darles un puntapié por la espalda
Publicando un libro de poemas, donde todo lo que diga
No sea más que dos palabras: popó, mamá. Popó.

¿Quién lo diría?
Querían poner las palabras en mi contra
Y yo me puse en contra de las palabras.
Nadie puede contra mí,
Ni siquiera yo mismo.

18 de octubre de 2011

De los viejos que hicieron juventud


La historia no es de uno solo que camine
La historia es de todos, es nuestra y es ahora

Un día en que las puertas se abran
Miraremos al cielo y gritaremos tu nombre
Un día en que ya no hagas falta
Grandes alamedas serán nuestra canción

Un día, que ya no es lejano
Te dará alegría profunda del futuro
Cuando nos veas codo a codo
Y sepas que fuimos mucho más que dos

Se acabará la tristeza de haber muerto
Porque en tu ciudad ya no habrá ciegos
Ya no querrás cambiar la historia
Que desde el Arca de Noé nos esperó

La guitarra dejará de ser melancolía
Dejará de gritar desesperada por amor
Y cantará a las verdades del pueblo
Que más bien cabrán en el latido de un corazón

Dejarás de ser pasado pujante
Dejarás de lado los nombres de fama
Dejarás de ser la necesidad de revolución

Ya no están solos Mario, José ni Rodríguez
Por fin avanzamos, cargando a Salvador
Tomamos la historia en nuestras manos
Todos, juntitos, y con el corazón.

A los estudiantes de Chile
A los estudiantes de Colombia
A los indignados de todo el mundo
A los que hacen que el pasado de pocos se vuelva futuro de todos

8 de octubre de 2011

Las verdades atadas


Del futuro nos llegan
las verdades atadas
gritando voces de auxilio
gritando agónicamente un dolor

Del futuro nos llegan
Con un traje negro
Vestidas de luto
Y con un leve aliento a alcohol

Vienen buscando a los hombres
Que nunca supieron hablar
Y que cuando pequeños
No aprendieron más que a sumar

Vienen con un cesto en la mano,
Gigante, más grande que el sol
Un cesto vacío y sin aire.
Tan solo esperan un corazón

¿Y cuál será el hombre que le llene?
Si no el de garrote,
el de libro y canción
Si no el de milagros,
el de la siembra sin Dios

Del futuro nos llegan
Las verdades atadas
Urgidas de un hombre
Que sepa del amor

Quizá el que las defienda
Sea un hombre sin casa
Sin dios ni perdón.

23 de agosto de 2011

El loco del barrio


El mundo se organiza a través de nuestros ojos

Las puertas son verticales

Los amantes están acostados

El techo está arriba y el suelo abajo


Pero basta con meterse los dedos en las cavidades

Sacando un poco los ojos de su órbita

Desviando el ángulo de entendimiento ocular

Para ver las cosas con una novedad absoluta.


Las puertas se multiplican, acostándose levemente

Juntándose arriba si los dedos se meten por abajo

Juntándose abajo si los dedos se meten por arriba


Los amantes se multiplican, inclinándose un poco

Tirando de cabeza si los dedos se meten por abajo

Tirando de pie si los dedos se meten por arriba


Del techo ya ni sé dónde está

No sé si camino por el suelo

Ahora ya no me saco los dedos de los ojos

Y todos parecen mirar a otra parte cuando paso junto a ellos


Esto me ha traído serios problemas de practicidad

Serios problemas, serios problemas

Y si la situación parece de absoluta comicidad

Para mí es una tragedia, dos quizás


Ya me atravesé los ojos y llegué al cerebro

Los ojos saltaron y no logro hacer que se queden quietos

Y el cerebro ni se hable de su estado


Al parecer oprimí justo la parte de la risa con el dedo derecho

Y oprimí la parte del habla con el dedo izquierdo

Y río donde debo llorar, y hablo donde debo callar


Ahora no soy más que un loco de barrio

Que camina con los dedos en los ojos

Que grita cuando quiere callar, que calla cuando quiere gritar

7 de agosto de 2011

A los poetas que no han pasado a la historia

Poeta, tu maldición es la página en blanco.
Y enseguida no sabes qué sentimiento plasmar.
Y piensas y piensas y piensas y se te olvidó sentir,
Se te olvidó vivir, se te olvidó que para escribir
Es necesario vivir de vez en cuando.

Poeta, tu maldición es la situación caótica del mundo.
Y pretendes traducir y plasmar la historia
En versitos, versículos, y ya no haces el amor
De tanto buscar con qué palabras novedosas
Decirle a la chica que la amas.

Lo sé, lo sé. A mí también se me ha quedado pequeña la palabra.
Pero no es para tanto hombre. A veces la palabra no sale.
Y si no sale, pues ya, déjalo así y sigue el día
Que si no, terminarás en un Shakespeare moderno
Con unas obras completas de medio millón cien años después de tu muerte.

Poeta, tu maldición es pretender pasar a la historia.
Ya nadie pasa a la historia. Ya la época no da para eso.
Lo único que pasará a la historia son los pueblos
Y ahí sí que puedes hacer algo. Ayúdalos a pasar a la historia
Trabaja junto a ellos, encamínalos sin tanto sentimentalismo
Y quizá algún día podrás marchar entre sus líneas
Y morir junto a ellos, y seguramente ya dejará de importarte
En el último minuto de tu vida
Pasar a la historia, pues ya sabes
Cómo murieron cientos de los tuyos
Estuviste a su lado y moriste con ellos
Supiste de las balas o el hambre
Y más que poeta, fuiste gente

Quizá después, a la hora de dormir
Puedas retrasar un poco el sueño
Y escribir tus versículos, cuando ya la matanza haya pasado a la historia
Y cuando el pueblo también haya pasado a la historia.

Primero lo primero. Anda y marcha y habla con ellos
A la vuelta puedes escribir todo lo que quieras
Que seguramente lo apreciaremos algún día
Y le pondremos precio a tus trasnochadas.

6 de agosto de 2011

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Hace poco me dijeron que por qué llevaba tanto tiempo sin publicar... bueno, empecemos a contar de nuevo.


Necesito urgentemente la burla

Necesito decir palabras vanas

Jurar en vano el nombre del señor

Necesito que cuando vaya a nacer punto.


Necesito preparación previa

Necesito predisposición previa

Necesito emociones previas

Para que cuando vaya a nacer punto.


Necesito acabar con todo

Necesito que cuando vaya a nacer

Justo en ese momento

Llegue alguien que me punto.


Podrán decir que qué punto.

Podrán decir que yo ya no punto.

Que hace falta un punto.


Pero yo lo que necesito urgentemente

No es alguien que me punto.

Sino alguien que me, coma,

22 de abril de 2011

Si alguien...

Si un hombre de sombrero alto,

pipa, botas negras y bastón

me dice que no pise, piso

porque ese paso es un paso imprescindible que dar

Si un hombre de cuello blanco,

envuelto en una sotana negra

me dice que no diga, digo

porque esa palabra es un discurso imprescindible a dar

Si un hombre de tez maquillada,

discurso moderado y atril,

me dice que no haga, hago

porque ese acto es un acto imprescindible que realizar

Si una mujer de hermosa presencia,

(a no ser que insista mucho)

hermoso perfume y hermoso pensar,

me dice que he de irme, sigo

(a no ser que la última línea me niegue)

porque esa mujer es una mujer imprescindible para amar.

9 de abril de 2011

De nuestro terruño

Mis dedos van a galope, mi corazón los acompaña. Necesito un campo abierto, necesito un corazón valiente que abra valles donde correr, donde los dedos no encuentren obstáculo, donde las palabras no sean más que pequeños brotes de la verdad que sale de adentro, como las gotas de rocío que humedecen la blanda tierra, el tesoro anhelado. Busco todavía ese corazón, busco todavía esos campos que me ayuden a alzar vuelo, busco un simple latir, sencillo, que no sea más que eso. Ni siquiera un latir del mismo corazón, puede ser un corazón azul, negro, verde, blanco, o del mismo triste color del mío, pero que reconozca en su latido ansias de llanura. En definitiva, busco un corazón que tome de la mano (o de la arteria) al mío, y que esté dispuesto a compartir mi misma sangre, a galopar las mismas verdades, que yo estoy dispuesto a cuanta sangre y verdad, y llanura.

Sobre el horizonte se siente una senda, se siente un camino, que no se ve. Se siente un camino que guía a un pequeño terruño que ofrece lo esencial. Un pequeño pedacito de agua, que corre siempre, que corre y no para, y se siente como esas goticas de rocío: frío, sincero, renovador. Ofrece también un gran pastizal en el que se asienta la neblina que se alza con la luz y nos hace saber de un mundo ajeno, de un mundo desconocido que está ahí como un espíritu. Ofrece unos cuantos árboles que adornan la vista con su imponencia centenaria, alzándose ante todo, mirándolo desde arriba, desafiando a Dios.

En ese terruño, de la mano, de la arteria a un corazón que me acompaña me encuentro con un hombre pequeño. Me sorprende su gran abrazo, cálido como el fuego que enseguida enciende en un horno de barro. El mordizco que se avecina es esencial, es tan puro como los primeros tiempos y como la primera mujer y su hombre (cuando de pertenencias no se entendía nada, ni siquiera el cuerpo propio, porque era de todos). Y más que el mordizco, la savia que se salva, la savia que nos nutre hasta el alma, la que nos hace pensar en nada más que su sabor y sentido, tan vano, tan mínimo.

Ya hemos comido, estamos el corazón que me acompaña y el mío y el hombre del horno de barro, que ahora adquiere su eterno nombre de cocinero. Y entendemos que la asociación de la primera mujer y su hombre no fue gratuita, pues ahí viene su mujer, la primera mujer, con una jarra al hombro, suponemos que repleta de agua. Nos detenemos acá para hacer un par de comentarios: el primero, no se hablará más en singular, porque yo ya soy nosotros, así como ellos. El segundo, ¿desde cuándo el hombre cocina y la mujer carga el agua desde el río?

Grata sorpresa, no era agua, era vino. Servido en la mesa, el vino, nos bendice, nos da nombre, y hace su oración: “vengo a esta mesa a ser bebido por los bendecidos humanos, los santos y benditos, los únicos que saben del amor. Vengo a ser ofrecido, recogido a manera de uva de la tierra, en acto sagrado, para luego venir a este jarrón como el buen vino que soy, como el buen vino que viene a ser bebido por ustedes, las personas, que se han sacrificado por el perdón de sus pecados, que se han sacrificado buscando el sagrado valor del amor y dejando de lado el pecado de la sumisión. Vengo a esta mesa a ser bebido, y me doy a ustedes. Soy todo suyo”. Con esto, tomamos las copas y bebemos, sagradamente (pues qué se podía esperar de un vino que nos bendice), y cuando bebemos sabemos la Madre, sabemos la Tierra, y comprendemos, de una vez por todas, que nada es nuestro, pero que somos de todo.

La mujer y su hombre ya no están. ¿Espejismo, visión? Buscamos desesperados, en los campos, en el río, incluso en el horno de barro, y entendemos que somos nosotros, y que nos ha sido entregado el papel inmemorial de la humanidad, somos los primeros, los sin pertenencias, los que no han podido ya hablar en singular.

Entonces me dispongo a prender el horno de barro. Salgo a buscar leña a través de la niebla, descalzo, y las gotas de rocío se meten por mis poros hasta el torrente sanguíneo. Y ella se dispone a traer agua del río. Me detengo un momento y miro a lo lejos. Los árboles están húmedos. La tierra está húmeda. Se empiezan a vislumbrar las montañas pues la niebla se disipa. Ha llegado el momento de vivir como esa pareja de primeros humanos, que pensamos eran aquellos, y al final hemos entendido que siempre fuimos nosotros, para siempre nosotros. Hasta que la niebla se levante de nuevo y lleguen otros, a través de un sendero, de un camino, que termina en este pequeño terruño.

9 de marzo de 2011

Ejercicio: en menos de una página plasme una idea.

Condiciones:

- La idea no puede estar muy desarrollada, para eso necesitaría más de una página (¿verdad?).

- Debe ir realizando el ejercicio a medida que va leyendo las condiciones. Si lee, por ejemplo, “Ahora que ya tiene la primera oración” significa que usted ya debe haber escrito la primera oración. Si no lo ha hecho, hágalo, y así con cada una de las condiciones que lo amerite, para llevar a cabalidad y exitosamente este ejercicio.

- Antes de empezar, piense cuál es la mejor manera de decir lo que quiere decir. Tenga en cuenta que entre más ambiguo, más abierto a la interpretación y por lo tanto más factible que alcance una verdad (o bien, que el lector lo haga por usted [mejor aún, que no haya ninguna verdad: tan solo la sensación de verdad, de realización existencial]).

- Si no se le facilita la generación espontánea, pruebe encabezar el texto con alguna frase de un autor o autora que le guste e intente probar con la generación inducida. Puede ser autor (o autora) de libro, ensayo, artículo, poema, canción, película. Lo que más le convenga. Para la practicidad del ejercicio no se requiere de ningún estilo en especial.

- Borre la primera oración cuantas veces sea necesario para que el texto comience a su satisfacción y ojalá, también, a la del lector.

- Ahora que ya tiene la primera oración, no se preocupe mucho de lo que sigue. Siempre y cuando no esté hablando de la plusvalía y termine hablando del juanete de su tía todo está bien: La plusvalía no es interesante (a diferencia del juanete de su tía). Repito: la plusvalía no es interesante.*

- Ya a estas alturas debe saber si su texto es de tinte científico, poético, ensayístico, humorístico o de un estilo personalístico. Si es lo último, tenga especial cuidado; se ha sabido de casos donde uno cree escribir algo nuevo, original, intelectualmente incomparable (satisfacción plena por parte del autor) y ya hay tanto de eso que en realidad solo se termina impresionándose a sí mismo. (Por eso en la escuela y la universidad molestan tanto con las referencias, y el marco teórico, pero no sea exigente. Esto es tan solo un ejercicio de menos de una página).

- Ahora que ya sabe que no hay ningún poder sobre su texto más que el suyo propio, al que no tiene que rendirle más cuentas que las suyas propias, puede, si lo desea, borrar lo escrito hasta ahora y comenzar a escribir su idea con completa libertad. Use cuantas páginas desee. Pero cuidado, es solo un ejercicio, piénselo dos veces, o tres, o cuatro antes de borrarlo. No se trata de su tesis. Repito: piénselo antes de borrarlo. No se trata de su tesis. Y si llegara a tratarse de su tesis (lo que significaría que ignoró la primera condición [espero que su tesis no sea de una página]), por favor bórrela y comience de nuevo, que esto es tan solo un ejercicio.

*El Capital no era un ejercicio de este tipo, sino de otro.

6 de febrero de 2011

De la carne y sus filosofías

El mundo pasa por duros momentos

(La señora prueba la carne) estamos mal

Ya estamos segundos adelantados

Del ciclo solar maya, dice, le falta sal


Alza su tenedor como se alza un pueblo

Entretenida curiosidad de las palabras

Con su cuchillo ataca el nervio sin recelo

Dice “¡Patria!” y reniega de las marchas


Abre la boca para decir unas palabras

Pero cuidado, se ha atorado la mujer

En vez de salirle el décimo mandamiento

Le ha salido un trozo de gordo sin masticar


Y el mesero, con apremio de su cliente

Toma un vaso con agua del mostrador

Se lo lleva para que se desatragante

Y ruega que le haya servido la lección