Del futuro nos llegan
las verdades atadas
gritando voces de auxilio
gritando agónicamente un
dolor
Del futuro nos llegan
Con un traje negro
Vestidas de luto
Y con un leve aliento a
alcohol
Vienen buscando a los
hombres
Que nunca supieron hablar
Y que cuando pequeños
No aprendieron más que a
sumar
Vienen con un cesto en la
mano,
Gigante, más grande que el
sol
Un cesto vacío y sin aire.
Tan solo esperan un
corazón
¿Y cuál será el hombre que
le llene?
Si no el de garrote,
el de libro y canción
Si no el de milagros,
el de la siembra sin Dios
Del futuro nos llegan
Las verdades atadas
Urgidas de un hombre
Que sepa del amor
Quizá el que las defienda
Sea un hombre sin casa
Sin dios ni perdón.
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