Sobre la
página rasgada, una línea.
La dibujó
un niño, un viejo,
una mujer
de alguna edad imprecisa.
Es una
línea negra.
Hay un
camino sobre la yerma superficie,
hay una
mancha sobre lo inmaculado,
hay una
guía hacia el horizonte.
La ha
dibujado una mano de cinco dedos.
De la
mano no se sabe más que eso;
cinco
dedos, piel, uñas, arrugas.
No hay
más fronteras que la línea.
No hay
más firmas que aquella raya.
Del mundo
no se sabe más que eso;
la hoja,
la raya, la mano.
No hay
nombres ni banderas.
Solo hay
esta línea negra con forma de letras
que
gritan desesperadas.
Nadie
sabe qué gritan.
Ni la
mano
ni la
hoja
ni ellas mismas.
También hay manos con cuatro dedos, o incluso dos, o uno solamente, y algunas, con seis.
ResponderBorrartambién. la mía tiene cinco. ¿la tuya cuántos tiene?
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