Ser
costurero y tener la maldita costumbre de halar hilos
ser un
herrero y sentarse en el yunque a matar mosquitos con el martillo
ser
guitarrista y andar tocándole los bigotes al gato
y ver un
saco destruirse, un mosquito volando, un gato molesto.
Ser el
señor taxista y parar solo a tomar tinto
ser un
cura y decidir contarle los pecados del pueblo a su novia
ser
matemático y ver programas infantiles
y
quedarse viendo el cuncho, pecar con la novia, reírse de Bugs Bunnie.
Todo esto
quiere decir algo.
Como buen
poeta, debería haberme callado hace dos líneas.
(Ser un
poeta, y no cerrar la boca)
Pero soy
un pésimo poeta, y quiero explicitarme:
Es más
necesario darse cuenta del mundo
que el
hecho de que el mundo se dé cuenta de uno,
y tomar
tinto en la calle, y andar jodiendo a un gato.
Ser cura
debe ser terrible: Dios habla y habla y habla, y nada hace.
Los
matemáticos hablan y hablan y hablan, y nada hacen.
Los
pasajeros se mueven estúpidamente; los del norte al sur y viceversa.
Un buen
poeta andaría viajando por el mundo, pero como les digo
Y yo
estoy acá nada más que por decisión propia, pero como les digo
Yo, por
mi parte, prefiero quedarme escribiendo, porque como les digo
soy un
pésimo poeta, y escribo sentado detrás de la barra de un café.
PD: Y aún
así me maravillo con un herrero
que
sentado en el yunque
se dedica a matar mosquitos con el martillo.
Efectivamente el que era buen poema hasta la segunda estrofa dio un giro... que me parece interesante y que podría haber continuado en un buen poema raro:
ResponderBorrarEs más necesario darse cuenta del mundo
que el hecho de que el mundo se dé cuenta de uno
Esa idea es fuerte.