sobre el mar, el viento espera las nubes.
el barco extiende las velas como pulmones.
sobre la arena, el aire juega con las dunas.
el hombre cae y se cubre la boca.
ahora parece de noche sobre cubierta.
se elevan gritos de tormenta.
el barco gira en el mar que es el cielo.
el hombre se hace feto en el sol del
desierto.
juegan las dunas de arena a elevarse
con ayuda del viento que las hace y deshace.
juegan las olas rompiendo sus crestas en el
aire,
lloviendo dentro del barco, sobre vela y
mástil.
y hay un hombre acurrucado con piel de
madera,
hay un barco que se arrodilla cubierto de
tela.
el hombre cruje y el barco se enrosca
entre agua y arena y ventisca y rocas.
el sol, encima del mundo, no ve más que una
brisa,
no ve más que un pedazo de tierra que gira.
y sobre la arena la lluvia, y sobre el mar ni
una sombra.
el hombre se para y descubre la tormenta y
las olas.
sobre los remos reposa una leve capa de
arena,
las velas se hinchan de nuevo al sol que las
nombra.
el hombre se descubre la boca y bebe
del enfrentamiento entre tormenta y rocas.
el barco agradece la arena por la que navega,
el hombre mira la cresta de las olas.
hombre de madera sobre el tiempo del mundo
hombre de sol y lluvia, sin muerte ni rumbo.