21 de marzo de 2017

nocturno

cierro los ojos para que desaparezca el mundo
la oscuridad se hace un vaho borroso y sin forma
en él se deshacen, como humo en el aire
los rostros y la vida, tan claros en el día.

pierdo la noción del tiempo
la memoria parece algo falso, artificial
que construyó de la nada un ser que llevaba mi rostro.

no me reconozco
mis manos parecen las de alguien que se mira,
que se observa cuidadosamente,
como si observara en sí mismo los rasgos de un familiar desconocido.

las palabras se hacen impronunciables.
las letras pierden, poco a poco,
su sentido.

la imagen que tenía del mundo desaparece.
se transforma en un sueño lejano.
lo que era real se confunde con ese vaho espeso
y no queda ni siquiera la penumbra.

es la muerte, dice un último aliento
así que me entrego al vacío
a la nada
al silencio.

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