Cada detalle guarda palabras que lo definen
están enredadas en forma y luz y olor y tacto
y las vamos descifrando a medida que vivimos
y entonces hacemos inventario:
esta mesa es café y sirve para apoyar cosas
pocillos (blancos, verdes, de porcelana, de vidrio)
cartas (de amor, de trabajo, de recomendación)
adornos (floreros, fotos, figuritas de acción)
esta mesa es café y sirve para apoyar los brazos,
los brazos son suaves, fuertes; sirven para poner la cabeza,
la cabeza sirve para unir los ojos y la nariz y los pelos y
los labios,
y los ojos sirven para ver todo esto y recordar el
inventario.
Y para qué sirve tejer recuerdos;
hay de los que duelen, de los que alegran,
de los que dan un nuevo sentido al presente,
y de los que ya no queda nada nuevo para verles.
Bien valdría que los hilos y las palabras
dejaran de ser algo más que aire
y que se fueran esfumando con el viento
así como se esfuma nuestro cuerpo mientras caminamos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario