31 de diciembre de 2013

Quien hoy muere

He muerto;
ahora me pregunto por mi cuerpo.
No me definen ya las palabras,
me define el tiempo que me cubre
y que me ha tendido un velo en la mirada.
El iris ha perdido su color
se confunde con la pupila que ya no mira
ni reconoce formas
ni reconoce texturas;
ya no podría nombrar este mundo que era mío.
Los viejos sabores que reconocía mi boca
ahora ya no tienen ningún gusto;
extraño el candor de mis labios
al probar algún fruto desconocido.
El silencio me conforta más que cualquier melodía,
me conforta este silencio sepulcral
con que me ha recibido la muerte.
Es como si ya mi cuerpo hubiera cedido,
como si mi piel se hubiera ya deshecho;
ya ni siquiera me soportan los huesos.
Sigo en pie por razones que no entiendo.
Voy detrás de una pista;
las contradicciones que tejen mis manos
la confianza que sigo teniendo
en la yema de mis dedos.
En ellas tengo la vida que tuve

y la que seguiré teniendo.

14 de diciembre de 2013

Inventario


Cada detalle guarda palabras que lo definen
están enredadas en forma y luz y olor y tacto
y las vamos descifrando a medida que vivimos
y entonces hacemos inventario:

esta mesa es café y sirve para apoyar cosas
pocillos (blancos, verdes, de porcelana, de vidrio)
cartas (de amor, de trabajo, de recomendación)
adornos (floreros, fotos, figuritas de acción)

esta mesa es café y sirve para apoyar los brazos,
los brazos son suaves, fuertes; sirven para poner la cabeza,
la cabeza sirve para unir los ojos y la nariz y los pelos y los labios,
y los ojos sirven para ver todo esto y recordar el inventario.

Y para qué sirve tejer recuerdos;
hay de los que duelen, de los que alegran,
de los que dan un nuevo sentido al presente,
y de los que ya no queda nada nuevo para verles.

Bien valdría que los hilos y las palabras
dejaran de ser algo más que aire
y que se fueran esfumando con el viento
así como se esfuma nuestro cuerpo mientras caminamos.