Las palabras me van
abandonando;
Ya no son las que eran
antes.
Ahora me exigen, me
reclaman, me piden cuentas.
Ya las palabras me saben a
nada.
Quiero ser como era antes
Cuando no sabía ni hablar
ni escribir.
Le voy a delegar la
responsabilidad a mi sobrino:
Que él escriba por mí y yo
vuelvo a los pañales.
Por mí bastaría con decir
popó, popó
Bastaría con un par de
sílabas inconclusas
Y que todos se me queden
mirando.
Pero no, el mundo es
cruel; y sobre todo las palabras
Quizá ellas vengan solas
algún día
Vengan al papel y lo digan
todo de repente.
Y entonces llegaré yo a
darles un puntapié por la espalda
Publicando un libro de
poemas, donde todo lo que diga
No sea más que dos
palabras: popó, mamá. Popó.
¿Quién lo diría?
Querían poner las palabras
en mi contra
Y yo me puse en contra de
las palabras.
Nadie puede contra mí,
Ni siquiera yo mismo.