9 de marzo de 2011

Ejercicio: en menos de una página plasme una idea.

Condiciones:

- La idea no puede estar muy desarrollada, para eso necesitaría más de una página (¿verdad?).

- Debe ir realizando el ejercicio a medida que va leyendo las condiciones. Si lee, por ejemplo, “Ahora que ya tiene la primera oración” significa que usted ya debe haber escrito la primera oración. Si no lo ha hecho, hágalo, y así con cada una de las condiciones que lo amerite, para llevar a cabalidad y exitosamente este ejercicio.

- Antes de empezar, piense cuál es la mejor manera de decir lo que quiere decir. Tenga en cuenta que entre más ambiguo, más abierto a la interpretación y por lo tanto más factible que alcance una verdad (o bien, que el lector lo haga por usted [mejor aún, que no haya ninguna verdad: tan solo la sensación de verdad, de realización existencial]).

- Si no se le facilita la generación espontánea, pruebe encabezar el texto con alguna frase de un autor o autora que le guste e intente probar con la generación inducida. Puede ser autor (o autora) de libro, ensayo, artículo, poema, canción, película. Lo que más le convenga. Para la practicidad del ejercicio no se requiere de ningún estilo en especial.

- Borre la primera oración cuantas veces sea necesario para que el texto comience a su satisfacción y ojalá, también, a la del lector.

- Ahora que ya tiene la primera oración, no se preocupe mucho de lo que sigue. Siempre y cuando no esté hablando de la plusvalía y termine hablando del juanete de su tía todo está bien: La plusvalía no es interesante (a diferencia del juanete de su tía). Repito: la plusvalía no es interesante.*

- Ya a estas alturas debe saber si su texto es de tinte científico, poético, ensayístico, humorístico o de un estilo personalístico. Si es lo último, tenga especial cuidado; se ha sabido de casos donde uno cree escribir algo nuevo, original, intelectualmente incomparable (satisfacción plena por parte del autor) y ya hay tanto de eso que en realidad solo se termina impresionándose a sí mismo. (Por eso en la escuela y la universidad molestan tanto con las referencias, y el marco teórico, pero no sea exigente. Esto es tan solo un ejercicio de menos de una página).

- Ahora que ya sabe que no hay ningún poder sobre su texto más que el suyo propio, al que no tiene que rendirle más cuentas que las suyas propias, puede, si lo desea, borrar lo escrito hasta ahora y comenzar a escribir su idea con completa libertad. Use cuantas páginas desee. Pero cuidado, es solo un ejercicio, piénselo dos veces, o tres, o cuatro antes de borrarlo. No se trata de su tesis. Repito: piénselo antes de borrarlo. No se trata de su tesis. Y si llegara a tratarse de su tesis (lo que significaría que ignoró la primera condición [espero que su tesis no sea de una página]), por favor bórrela y comience de nuevo, que esto es tan solo un ejercicio.

*El Capital no era un ejercicio de este tipo, sino de otro.